La bebida que popularizó James Bond, primero en las novelas y después en las películas, acaba siendo siempre tema de conversación al incluir la coletilla:

“Shaken, not stirred”.

Todo el mundo conoce la frase pero seguro que muchos no saben la diferencia entre agitar o remover un cóctel y por qué James insiste tanto en la primera de las opciones. Técnicamente, la diferencia es sencilla: para agitar un cóctel se usa una coctelera y para removerlo, una cuchara larga y un vaso mezclador de cristal. El quid de la cuestión es que, al usar la coctelera, la bebida se enfría mucho pero también incorpora agua a la mezcla, aligerándose. Cuando se quiere enfriar el cóctel pero respetando al máximo la fuerza de los ingredientes, es mejor removerlo junto a unos hielos en un vaso mezclador para después colar y servir en una copa previamente enfriada.

Así que podemos decir que el cóctel considerado desde hace décadas el colmo de la sofisticación masculina es una versión aguada de la receta original. Queremos pensar que James lo prefiere así para que no se le suba a la cabeza y pueda luego patear a unos cuantos esbirros o cumplir en la cama con alguna espía enemiga. Se dice que Ian Fleming incorporó esta manía al personaje porque agitar el vodka era una manera de aligerar la sensación untuosa del destilado de patata que se tomaba en su época. Además, era la bebida favorita de un amigo suyo, el príncipe Bernardo de Holanda.
 
En España el traductor del guión, en un alarde de imaginación, cambió la famosa frase “shaken, not stirred” por “mezclado, no agitado”, alterando el sentido de la frase y mostrando un James bastante menos comedido.

 

Entonces, ¿cómo se prepara un verdadero vodka martini?
 
Llena un vaso mezclador con hielos (idealmente la parte de cristal de una coctelera Boston; si no tienes, es mejor un vaso grande y alto de cristal como los típicos de Ikea) y vierte 2 o 3 cl de Martini blanco Extra Dry. Con una cuchara larga, remueve en círculos y de abajo a arriba lentamente para aromatizar los hielos y el vaso de mezclar.
 
Después, usa el colador de gusanillo para tirar el Martini y el agua derretida. Hay dos opciones, tirar también los hielos y rellenar con nuevos o usar los aromatizados. Los puristas lo tiran todo pero yo prefiero reciclar los hielos y aprovechar todo el aroma. A continuación, vierte 10 cl de vodka de calidad (ten en cuenta que te lo vas a beber solo) y remueve de nuevo con la cuchara, esta vez solo en círculos. Para terminar, sirve el vodka en un vaso estilo martini frío usando el colador. Como detalle, se puede incorporar un twist de limón o una aceituna.

 

La próxima vez que alguien os pregunte si es mejor el Vodka Martini agitado o mezclado ya tendréis respuesta, aunque siempre podéis contestar como Daniel Craig en Casino Royale: «Do I look like I give a damn?»