Recorrido:

9:10-9:30 Trayecto desde San Albino
9:30-10:30 Visita a Montepulciano
10:30-11:15 Trayecto
11:15-14:45 Visita a Chiusi y comida
14:45-15:30 Trayecto
15:30-16:30 Visita a Cortona
16:30-17:15 Trayecto
17:15-18:50 Visita a Arezzo
18:50-20 Trayecto hacia el hotel Monteperti

Montepulciano se ha popularizado mucho últimamente porque es donde se rodó una de las películas de “Crepúsculo”. No importa que no las hayas visto, sus habitantes te informarán en cada escaparate y te querrán chupar la sangre con los precios desorbitados de las tiendas, ansiosas por aprovechar el tirón vampírico mientras dure. Aún así, merece mucho la pena la visita la plaza del Ayuntamiento, que es similar al de Florencia, y recorrer sus calles empedradas y empinadas hacia los diferentes miradores.

La segunda referencia cinematográfica del día es Arezzo, donde se rodó la parte inicial de “La vida es bella”. El centro de la ciudad es muy interesante, con su original Piazza Grande y, sobretodo, los impresionantes frescos sobre la Historia de Cruz de Piero de la Francesca, que se encuentran en la Iglesia de San Francisco. El inconveniente principal es que Arezzo es una ciudad grande, con un tráfico infernal y hay que dejar el coche en el parking de pago de la estación de tren, que está un poco lejos.

La parte curiosa y sorprendente del día fue la visita a Chiusi, una de las ciudades etruscas más importantes del mundo antiguo y en la que quedan más restos arqueológicos de ese período. Por un lado, fue curioso ya que la época etrusca es un fragmento de la historia de la que sabemos poco y nos solemos saltar en los museos y, por otro lado, fue sorprendente por cómo se entiende el patrimonio histórico en Chiusi.

Las encargadas del Museo, del Laberinto de Porsenna y de la visita a las criptas etruscas son las señoras del pueblo, a las que tienes que llevar en tu propio coche para que te abran la puerta. Son señoras que te explican la historia antigua como te la explicaría tu madre y que no se molestan en hablar despacio si no entiendes bien italiano y, desde luego, no hablan una palabra de inglés. Señoras que cuando te vas del Museo porque se te hace ya tarde te preguntan si has visto tal o cual cosa, como si te hubieras levantado sin comértelo todo del plato. Más majas que las pesetas.