Casi todos hemos participado alguna vez en algún “juego de beber” como el “okalimotxo” o el “yo nunca”. El objetivo de estos populares juegos es beber hasta el coma etílico divertirse con amigos y echarse unas risas.

Con el fenómeno de las series de televisión, han surgido algunos juegos en los que el espectador tiene que beber un chupito cada vez que en la pantalla sucede una de las situaciones que proponen. Por ejemplo, cada vez que en “Breaking Bad” alguien dice “Heisenberg” o “Bitch”, cada vez que Masuka dice algo picante en “Dexter” o cuando alguien es decapitado en “Juego de tronos”. En este blog están recopilados los de las series más vistas del momento.

Pero el juego de beber definitivo, el que todo hipster/cultureta debe conocer, es el de Anna Karenina. Ahora que la historia ideada por Tolstoi vuelve a la actualidad con el estreno de la película de Joe Wright, es hora de revisitar la película de 1935, con una magnífica y teatral Greta Garbo. El director, Clarence Brown, se sacó de la manga una escena que no aparece en la novela donde nos ilustra lo bien que lo pasaban los militares rusos en las cenas de etiqueta.

El juego consiste en tomar 3 chupitos de vodka y dar la vuelta a la mesa pasando de rodillas por debajo. Una vez en tu sitio de nuevo, repetir la operación hasta que solo quede uno de los participantes consciente. Como supondréis, el conde Vronsky tiene un hígado para donar a la ciencia. Seguro que era el más popular de la academia militar.