El whiskey americano está creciendo. El año pasado conquistó un 5% del total de whisky consumido en España según FEBE y la tendencia se prevé que continúe al alza en los próximos años. En solo 15 años, Estados Unidos ha pasado de tener 17 destilerías de whiskey a más de 780 y va camino ser el país con la oferta de whiskey más diversa del mundo. En este contexto, llegan a España referencias tan interesantes como las de la histórica destilería Willett de Kentucky.


Willett Distillery, también conocida como Kentucky Bourbon Distillers, se encuentra a las afueras de la ciudad de Bardstown y comercializa sus propias marcas pero también envejece, mezcla y embotella whiskies para otros (por ejemplo para Michter’s según dice Wikipedia). Desde los 70 y hasta 2012, trabajaron como embotelladores independientes, comprando new spirit a otras destilerías y envejeciendo, mezclando y embotellando según cada caso. A partir de 2012, comenzaron a operar de nuevo como destilería en toda regla; tienen una columna, un «doubler» que ya tenían en 1935 (una especie de alambique típico en las destilerías de bourbon) y su famoso pot still, que se caracteriza por un cuello muy largo.

Central Hisúmer comercializa en España su famoso bourbon Willett Pot Still Reserve, en una preciosa botella que ha ganado premios al mejor packaging. El mes pasado tuvimos la suerte de asistir a una cata privada con Youssef Mrabet en la tienda La Fuente y probar referencias que puede que lleguen pronto a España (o no).

Willett Pot Still Reserve

Willett Pot Still Reserve

Embotellado a 47% abv es un blend de diferentes bourbons (algunos destilados en columna y otros destilados en su famoso pot still), aunque sin edad declarada (NAS). Está añejado en barricas de roble americano con char 4 (nivel de carbonizado alto).  Tiene mucha densidad en la corona que deja en el vaso, lo que ya indica que va a ser un bourbon muy aromático (y lo es). Es muy complejo pero a la vez muy fresco en nariz, floral y elegante, con el paso del tiempo se va abriendo paso el cereal. En boca es muy suave (recordemos que tiene 47 grados), con notas a caramelo, nuez moscada, orejones, albaricoque, miel… Sabor muy redondo, que deja la boca salivando y con ganas de más. Desde luego, un bourbon que tiene potencial para gustar a todo tipo de públicos, ya sean nuevos consumidores de bourbon o paladares experimentados.

Noah’s Mill Bourbon

Embotellado a la friolera de 57,5% abv es una mezcla de bourbons de entre 4 y 20 años (aunque en la etiqueta no declare la edad). A pesar de su alta graduación no resulta muy alcohólico en nariz, una nariz que es especiada y con toques de cacao. Tiene un paso suave en garganta, aunque en boca sí se note la potencia y sea ligeramente astringente. Lo que más sorprende son las notas balsámicas, mentoladas y pasificadas que permanecen en boca. Merece también la pena dejarlo un rato reposando para que vaya abriéndose poco a poco y le vayamos sacando más aromas y sabores.

Willett Family State Rye

willett rye

El whiskey que más nos sorprendió de todos fue este rye que va evolucionando y cambiando en copa con el paso del tiempo. La denominación «family state» implica que el cereal y todo el proceso de producción se ha realizado en las instalaciones de la marca. Aunque no pone la edad en la botella, se dice que tiene 3 años y que tiene una mezcla de dos mashbills (51% centeno, 24% maíz y 15% cebada y su tradicional 74% centeno, 11% maíz y 15% cebada). Su primera destilación se hace en columna pero la segunda se hace en alambiques, algo poco habitual. En boca empieza dulce y muy especiado pero va cambiando y tiene un final ligeramente amargo y verde. Un rye para beber solo (sin hielo, por favor) en una larga conversación que implique varios «refills» y ratos de silencio para poder disfrutar de su evolución.

Pure Kentucky XO Straight Bourbon

pure kentucky

El más convencional de todos, Pure Kentucky XO es un bourbon (por lo tanto tiene más de 51% de maíz) embotellado a 53,5% abv. Quizás menos dulce en nariz de lo esperado, en boca cumple con lo que le pedimos a un bourbon normal (madera, vainilla, toffee y cierta sensación alcohólica algo rústica). Es un bourbon algo desbalanceado (quizás por su juventud) pero muy correcto, que seguramente quedó eclipsado en nuestra cata por los anteriores productos. Merece otra oportunidad en un contexto menos desfavorable o probarlo en un Mint Julep donde seguro que saca todas sus virtudes y potencial.

Gracias Youssef por acercarnos estas maravillas.

Fotos de la marca y de mi móvil 🙂