Con motivo de la Madrid Cocktail Week, Pernod Ricard y Artisian Selection, su gama ultraprémium de destilados, organizaron un programa de actividades muy interesante.
En la Artesian Suite, una habitación del Hotel Intercontinental transformada en un showroom de sus productos más icónicos (Plymouth Gin, Havana Club Selección de Maestros, whisky Chivas y Monkey 47) hubo masterclasses para profesionales. Rémy Savage, Borja Triñanes, Mario Villalón o Patxi Troitiño fueron algunos de los speakers.
La gastronomía tuvo un papel destacado en el conjunto de actividades, algo que pensamos que es muy necesario para atraer la atención de la prensa generalista y del consumidor. Coque, Zalacaín, Dos Cielos by Hermanos Torres y Yugo The Bunker fueron los restaurantes seleccionados para ofrecer unos menús maridaje de nivel.
Además de un catering de Yugo The Bunker maridado con cócteles de Chivas Mizunara del que os hablaremos en detalle (es una nueva referencia muy interesante y un regalazo para estas navidades), pudimos disfrutar del menú de Zalacaín. Y qué menú.
Menú maridaje en Zalacaín
Zalacaín es uno de los restaurantes históricos de la capital, con 45 años de servicio impecable a sus espaldas y el honor de haber sido el primer restaurante español que consiguió tres estrellas Michelin en 1987. Es el típico restaurante de negocios, con un servicio de alto nivel que ya no se estila, y con la obligatoriedad de llevar chaqueta que ostentan otros lugares como Horcher.
El primer maridaje de la sesión fue el Zalacaín Cocktail Club, un trago corto con Gin Monkey 47, licor de calvados y licor de melocotón, que se servía como acompañante de los aperitivos (croqueta Zalacaín, alfombra de castañas, crudités de verduras y bearnesa y el tartar de lubina con caviar). El barman nos insistió varias veces en que era un trago muy potente, ya que la gente no está acostumbrada a comenzar la comida así en España. La idea del calvados fue muy buena pero el trago se nos hizo ligeramente dulce y con el melocotón muy presente. Quizás haber usado calvados en vez de licor de calvados le habría restado algo de dulzor. Pero, en cualquier caso, fue un buen comienzo para aclimatarnos a las maravillas que nos esperaban.
La comida continuó con los entrantes, maridados con champán G.H. Mumm Millesimé 2008. El famoso bogavante a los dos vinos de la casa, imprescindible. Muy buenos también fueron los tubérculos asados con queso Zamorano y el ravioli con trufa, hongos y foie.
Pero el siguiente maridaje nos reservaba los mejores momentos de la comida: el steak tartar, preparado en sala con un punto de picante excelente y una gran textura (y sí, sin abusar de los sabores cítricos, dejando que la carne sepa a carne); y el mejor cóctel de la sesión, llamado Time of Reserve con whisky The Glenlivet Founder’s Reserve.
Además del steak tartar, pudimos probar también la pluma de cerdo ibérico con jalapeño y fondo de manitas al aroma de romero, todo acompañado de las famosas patatas soufflé de la casa. Los dos platos principales armonizaban perfectamente con el cóctel antes mencionado, con whisky, licor de toffee, Cocchi americano, licor King’s Peter, mermelada de naranja amarga y piña deshidratada.
Para los postres, no podía faltar un cóctel con ron Havana Club Selección de Maestros, café, Pedro Ximénez, bitter de chocolate, Amer Picon y menta. Una buena propuesta para la traca final de la comida: higos, queso O Cebreiros y armagnac, crêpe Zalacaín y el magno tejón de almendras, que es ya una institución.
Una comida y maridaje redondo, de esos que te dejan satisfecho y sintiéndote como el Gobernador del Banco de España. Los maridajes con buena coctelería (o destilados) deberían ser obligatorios en restaurantes de este nivel, es un placer que más gourmets deberían probar y que resulta difícil de encontrar fuera de eventos y menús especiales como este. ¿Algún restaurante se anima a proponer maridajes verticales de destilados y coctelería en sus menús como opción alternativa a los vinos? ¿Conocéis alguno que ya lo haga?
Fotos: unpocodemaldaz.com