El Brandy Solera Gran Reserva Fundador Triple Madera cambia su packaging para atraer a un público algo más joven y despertar su interés por la categoría. Se dice que Fundador fue el primer brandy español, creado por Pedro Domecq Lustau a partir de una suceso casual: una persona le encargó 500 bocoyes (barricas grandes) de aguardiente de uva y nunca lo llegó a pagar, así que Pedro decidió almacenarlo y se sorprendió con el efecto de la madera pasado el tiempo.

Este brandy proviene de una combinación de holandas de uva destiladas en alquitara y de destilado de uva, ambos producidos en Tomelloso. Su envejecimiento se realiza en tres tipos de barricas de jerez (PX, fino y oloroso) con el método de criaderas y soleras durante una media de 4 años, más uno de redondeo de la mezcla.

El resultado es un brandy muy fácil de beber, que resulta una buena puerta de entrada para la categoría, tan olvidada en nuestro país y todavía con una imagen anticuada y poco cool entre los jóvenes. El aroma remite mucho a su corazón de jerez con toques de vainilla y toffee. En boca es muy ligero, nada astringente; predomina mucho el sabor a jerez con un fondo anisado, a naranja y a especias como el clavo. Tiene 14 gramos de azúcar que vienen sobre todo del Pedro Ximénez. Se echa en falta más presencia de la materia prima, que queda envuelta por los sabores de la barrica.

En definitiva, es un brandy para todos los públicos, muy fácil de beber, ideal para acompañar los postres y arrancar una sobremesa larga, ya que no cansa ni satura el paladar. Gustará mucho a los amantes de los olorosos más dulces o de los cócteles con jerez. Tiene solo 38 grados de alcohol y un precio muy ajustado, 16 euros PVP. La marca recomienda servirlo en un vaso de whisky y no en una copa de coñac como una manera de rejuvenecer el ritual de servicio y hacerlo más elegante y moderno. Toda idea que ayude a revitalizar la categoría y poner en valor lo nuestro, será siempre bienvenida.