Para los que nos gusta el jazz, los doce capítulos que forman este documental de 2001 son imprescindibles. Para los que sentís indiferencia hacia este género musical, puede ser lo que os lleve a amarlo o al menos a conocer y apreciar a los artistas y canciones que han formado parte de la banda sonora del siglo XX. Su autor, el documentalista Ken Burns (inventor del efecto que lleva su nombre), muestra materiales audiovisuales inéditos y va desgranando las vidas (habitualmente trágicas) de las grandes figuras del jazz a través de las declaraciones de críticos, escritores y artistas como Wynton Marsalis.

Vía: http://dondeconfluyelamusica.blogspot.com

«Jazz: la historia» son 12 horas tan divertidas, seductoras, sorprendentes y agradables, que he iniciado un segundo visionado con un bolígrafo y una libreta. Aquí está el resumen del primer capítulo…

Episodio 1: Gumbo (1890 – 1917)

El jazz nació en Nueva Orleans, la ciudad más cosmopolita y musical de su época, aunque también un centro de esclavos. Muchos de esos esclavos procedían de las Antillas y su música estaba llena de ritmos caribeños, mientras que otros procedían del interior de Sudamérica y traían consigo canciones de trabajo y espirituales.

En los teatros de Nueva Orleans se interpretaban cantos de plantación escritos por compositores tanto blancos como negros, pero siempre eran interpretados por blancos pintados de negro, reforzando así los estereotipos raciales y ridiculizando la figura del esclavo. El primer gran éxito fue escrito y dirigido por un blanco conocido como Daddy Rice, que dijo haberlo escuchado de un esclavo negro llamado Jim Crow, y se hizo famoso interpretando este personaje.

En la década de 1890 llegaron a Nueva Orleans dos nuevos estilos de música, sin los que no hubiera existido el jazz:

– El Rag Time, creado por pianistas negros en las ciudades del Medio Oeste. Mezclaba canciones afroamericanas, de juglares y marchas militares y se caracterizaba por ser alegre.

– El Blues, que los músicos de Nueva Orleans empezaron a escuchar de los inmigrantes del Delta del Mississippi. Construido con tan sólo 3 acordes a menudo ordenados en 12 secuencias de compases llamados estribillos, las letras podían ser trágicas, aunque su objetivo era olvidarse de la tristeza. Los músicos de jazz lo modernizaron al tocarlo con sus trompetas.

La primera estrella conocida en el jazz fue Buddy Bolden, a pesar de que no se conserva ninguna grabación suya. Era un potente trompetista que se esmeraba en tocar blues con gran variedad en los tonos y con un sentido del ritmo exageradamente lento. Revolucionó el panorama musical al crear el “Big 4”, que consiste en la acentuación del segundo compás de una marcha. Desgraciadamente era un gran bebedor y acabó ingresado en el hospital para enfermos mentales en Jackson (Louisiana) donde permaneció hasta su muerte en 1931.

Otra figura de estos inicios del jazz fue Jelly Roll Morton, que nació en 1890 y era criollo. En 1905 trabajó como pianista en prostíbulos del barrio de Storyville en Nueva Orleans, mezclando Rag Time y Blues. También trabajó como cómico de vodevil y chulo, así como jugador de cartas y billar.

En paralelo, aparecieron tres nuevas estrellas:

– El trompetista criollo Freddie Keppard. En una de sus giras tuvo un duelo con el pianista Jelly Roll Morton que siempre le consideró como el mejor cornetista de New Orleans y el legítimo heredero del legendario Buddy Bolden. Tocaba una especie de risa con la trompeta y en 1914 llevó su sonido a los Ángeles con su “The Original Creole Orchestra”.

– El trompetista Joe Oliver. Tocó en las más celebres orquestas, entre ellas la «Olympia Band» de la que era estrella Freddie Keppard. “En 1927, una vez que sus mejores solistas se fueron de la orquesta, Armstrong entre ellos, Oliver se mudó a New York contratado por la famosa sala de baile «Savoy Ballroom» después de desaprovechar la mejor oportunidad de su vida al rechazar un contrato de trabajo en el Cotton Club, que en su lugar contrató a un desconocido por entonces, Duke Ellington. El crack del 29, la crisis económica, la escasez de trabajo y el cambio en los gustos del público, fueron llevando a Joe «King» Oliver a un estado depresivo, que fue agravado por una enfermedad letal para un músico: la piorrea. Imposibilitado para tocar la corneta, viendo como su discípulo, Louis Armstrong, le superaba en efectividad y en estilo, humillado hasta el punto de tener que trabajar quince horas al día limpiando una sala de billares con un salario de hambre, Oliver sufrió un derrame cerebral y a su muerte (1938) no hubo dinero ni para cubrir su tumba con una lápida.” (vía http://www.apoloybaco.com/kingoliverbiografia.htm)

Sidney Bechet. Su carrera empezó cuando tenía diez años. En su casa se organizó una fiesta amenizada por la orquesta de Freddie Keppard, y él, pensando que no lo oían, tocó la parte de un clarinetista ausente desde una habitación contigua. Viendo sus cualidades, los mejores músicos de Nueva Orleans se dedicaron directamente a formarle como el gran solista en que se convirtió.

Cuando apareció la gramola en 1901, la industria discográfica se convirtió en un gran negocio. En 1915 Freddie Keppard renunció a grabar su música y perdió la oportunidad de ser el primer músico de jazz que grabara un disco. Al final, los primeros fueron “The Original Dixieland Jazz Band” en 1917, en Nueva York. Eran 5 músicos blancos dirigidos por el trompetista Nick LaRocca. Grabaron “Original Dixieland One Step” y “Livery Stable Blues”.

Lista de Spotify de este capítulo: http://open.spotify.com/user/118806068/playlist/0UTOjBOmFIPxRWGL6FudTb

Canciones:

“Stardust”, Hoagy Carmichael
“Take the A train”, Billy Strayhorn
“Body and Soul”, The Benny Goodman Trio
“Jim and John”, The Young Brothers Band
“Louisiana”, Henry Ratcliff
“Atsiagbekor”, The Ewe Tribe
“Merengue – Chere Maman”, Negro folk music of Africa and America
“Sign of the Judgement”, The McIntosh Country Shouters
“Waltz in A Hat, Opus 64, Nº 3”, Frederick Chopin por Peter Katin
“Hungarian Rhapsody Nº 15”, Franz Liszt por The Hungarian State Folk
“Palmyra Schottische”, The New American Brass Band
“La Donna e Mobile”, Giuseppe Verdi
“Cakewalk”, Victor Minstrels
“Whistling Rufus”, Kerry Mills
“McLeod’s Reel”, 2nd South Carolina String Band
“Sun flower slow drag”, Scott Hayden por New England Conservatory Ragtime
“Soon one morning”, Fred McDowell
“Fred McDowell’s Blues”, Fred McDowell
“Rolled and tumbled”, Rose Hemphill y Fred McDowell
“Dunn’s Cornet Blues”, Johnny Dunn
“St. Louis Blues”, W.C. Handy
“Smokehouse Blues”, Charlie Luke por New England Conservatory Ragtime
“The pearls”, Jelly Roll Morton
“Mamanita”, Jelly Roll Morton
“Jelly Roll Blues”, Jelly Roll Morton
“Make me a pallet on the floor”, Chris Tyle’s Silver Leaf Jazz Band
“Wild cat blues”, The Clarence Williams Blue Five
“Stars and stripes forever”, John Philip Sousa
“Calliope Rag”, James Scott
“Castle walk”, James Reese Europe
“Castle house rag”, James Reese Europe
“Memphis blues”, W.C. Handy por James Reese Europe
“Stomp time blues”, por Jasper Taylor & his State Street Boys
“Livery stable blues”, por the original Dixieland Jazz Band
“Dixieland Jass Band One Step”, Nick LaRocca por the original Dixieland Jazz Band
“Margie”, J Russell Robinson por the original Dixieland Jazz Band
“Perdido Street Blues”, por Louis Armstrong and his Orchestra