La competición internacional de coctelería World Class, organizada por Diageo, es una de las más importantes y prestigiosas del mundo pero, además, es un laboratorio donde pueden identificarse las tendencias que marcarán el año siguiente. Este año, con la victoria de Bannie Kang se confirman las dos corrientes más potentes: la presencia cada vez más relevante de las mujeres tras las barras y el poderío de la coctelería asiática.

La semana pasada ganó World Class Bannie Kang, una barmaid coreana que trabaja en la actual meca de la coctelería, Singapur, concretamente en el bar ANTI: DOTE del Hotel Fairmont. Es la tercera mujer en ganar el certamen casi de forma consecutiva – la francesa Jennifer Le Nechet y la canadiense Kaitlyn Stewart lo ganaron en 2016 y 2017 respectivamente-. Simon Early, director de World Class, ha destacado de ella «su técnica, temperamento y artesanía».

Las pruebas de World Class

La final constó de cuatro pruebas. En la ciudad escocesa de Glasgow se exigió a los finalistas que crearan cócteles que exploraran el corazón cítrico de la ginebra Tanqueray No. TEN, y que participaran en un desafío del whisky Johnnie Walker, donde los bartenders idearon cócteles en pruebas bajo una enorme presión de tiempo.

En la destilería del whisky Talisker, en la Isla de Skye, el reto era elaborar un cóctel único con los ingredientes y utensilios que se encontraban en una misteriosa caja. El certamen también recaló en Países Bajos, en la destilería del vodka Ketel One en Schiedam. Allí se retó a los finalistas a crear cócteles que tuviesen un impacto positivo en el medioambiente y un sentido de comunidad.

El ganador de World Class España, Borja Goikoetxea de Paradiso en Barcelona, hizo un gran papel en la competición, aunque no consiguió llegar al Top 8. Hace unos meses os contamos cuál era la receta que le hizo ganar la final nacional.