Visitar la Toscana es, sin duda, un viaje sensorial en el que merece la pena paladear los paisajes, las experiencias, la historia y la gastronomía. Por eso mismo, planificar una ruta es algo apasionante pero a la vez una fuente de dudas: ¿Cuántos días necesito? ¿Elijo un punto o dos para dormir y voy y vengo cada día? ¿Qué sitios merecen más la pena? ¿Cierro mucho el plan o me dejo llevar?

Los que me conocéis, sabéis que me gusta organizar los viajes hasta el último detalle para no perderme nada y poder improvisar con eficacia si se da algún imprevisto. En mi viaje a la Toscana, y tras mucho trabajo de selección y cálculo de distancias, diseñé una ruta que se cumplió prácticamente al detalle y que en ningún caso me dio la sensación de estar yendo demasiado rápido o de no disfrutar. Quizás a los que os guste ir totalmente a vuestro aire os estrese saber en todo momento cuál es vuestro próximo destino y a qué hora aproximada os tenéis que ir, pero seguramente acabéis haciendo algo similar.

La ruta duró 4 días enteros y empezó en Siena, dejando el quinto y último día para recorrer la provincia de Emilia-Romagna en dirección a Venecia donde teníamos que coger un avión a Berlín. Durante el viaje, fui apuntando las horas reales a las que llegábamos a cada destino, lo que os servirá para conocer el tiempo que necesitaréis para ir de un sitio a otro cuando organicéis vuestra propia ruta. Es probable que el tiempo de visita a cada lugar os parezca muy breve, pero los pueblos de la Toscana son muy pequeños y las distancias muy cortas, así que no necesitaréis mucho más tiempo.

Para optimizar los desplazamientos, reservamos hoteles cerca de los pueblos donde terminábamos ese día la ruta o donde la íbamos a comenzar al día siguiente. Eso nos obligaba a cumplir con el plan, pero nos ahorró mucho tiempo en el coche. Siempre que sea posible, reservad en hoteles rurales regentados por familias. La experiencia es muy enriquecedora y te sientes como en casa. Algunos son complicados de encontrar, pero merece la pena despertarse en medio de un paisaje de postal y desayunar con la dueña. Otra recomendación es olvidarse del GPS (o sólo sacarlo en momentos críticos) y llevar un mapa en papel, es más divertido y permite descansar un poco de la tecnología para sumergirte de lleno en la región.

Las 5 rutas son:

DÍA 1: La Ruta de las Abadías
DÍA 2: La ruta etrusca y cinematográfica
DÍA 3: La Ruta del Chianti (SP-222)
DÍA 4: La Ruta del norte
DÍA 5: La Ruta por Emilia-Romagna